La risa, una opción para curar

Quién no recuerda al médico-payaso Patch Adams, cuya vida fue retratada por la película que lleva su nombre. Patch, que fue precursor de lo que se conoce como risoterapia, remarca que "el humor ayuda a relajar a los niños, a sus padres y al personal médico. Tanto el humor como las simples palabras calman la ansiedad, y contagian las ansias de recuperación". En el año 2007  Wendy Ramos, una peruana que forma parte de un grupo que trabaja con Patch Adams, visitó la provincia para capacitar a un grupo de chicos tucumanos  que querían llevar un montón de risas a los  hospitales locales y ofrecerles a los niños internados un momento para olvidar por qué se encuentran ahí.

Payasana fue el resultado del encuentro. Actualmente sus integrantes, que van desde médicos hasta geólogos, llevan a cabo visitas al Hospital Avellaneda, más precisamente al área de pediatría, donde a través de la utilización de la técnica clown, hacen jugar y reír a los niños. "Intentamos desdramatizar la mente hospitalaria, vamos a jugar con los chicos pero también hacemos intervenciones con todo el personal de salud y con las familias de los niños (...)", relató a La Palta Ileana Bellos, profesora de teatro e integrante de Payasana.

A través de juegos desde la puerta intentan entrar y entablar con los niños un lazo que les permita acercarse y jugar. "Buscamos la emoción del momento, tal vez una compañía, tal vez una canción", comentó Ileana, quién además mencionó que a muchos profesionales del hospital les resulta más fácil hacer su tarea cuando ellos están presentes, debido a que los niños están despejados y alegres.

Otro de los proyectos que está llevando a cabo este grupo de voluntarios es una biblioteca para que las familias y también las enfermeras puedan leerles a los chicos internados. Para ello necesitan la colaboración de todos. Un libro que tal vez está olvidado en algún rincón de la casa de cada uno puede contribuir a esta causa, para donar se pueden comunicar con Payasana a través de Facebook. Además tienen como proyecto futuro capacitarse para abarcar otras áreas, porque cuando de enfermedad se trata no solo los chicos pueden reír para sentirse mejor, sino también los grandes.

Está clínicamente comprobado que la risa posee capacidades terapéuticas, así que reír un par de veces al día no viene nada mal, incluso aunque no se esté internado.

Marianella Triunfetti

mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar