Lali esperó seis años para que su agresor llegue a juicio

Foto de Mariela de Haro | LA pALTA

Después de 6 años, hoy empieza el juicio por el intento de abuso que sufrió Lali Saracho a la salida de un boliche. El hecho ocurrió en 2016 y la fecha de audiencia había sido fijada para el 28 de noviembre, pero se pospuso tras una presentación que realizó el imputado Marcelo Rivas. “Con esta presentación, Rivas pretende dilatar los plazos”, señalaron desde el colectivo Ni Una Menos que acompaña a la víctima y a su familia. 

“Seis años nos llevó elevar a juicio la causa de mi hermana. Por diferentes causas, por una instrucción muy mal hecha en su momento, no prosperó antes el juicio. Por suerte, nuestras abogadas apelaron para que vieran el caso como una perspectiva de género por lo que se pudo elevar a juicio”, señaló a la prensa Doris Saracho, hermana de la víctima. 

Los hechos 

Rivas, que de acuerdo a lo que denuncia la familia Saracho gozó estos años de completa impunidad, llega imputado por la violenta golpiza propinada a Lali en el intento de abusar de ella. Conforme al requerimiento de elevación a juicio, la joven se resistió y tras la agresión le quedaron secuelas que aún perduran. 

“En todo este tiempo Lali y su familia tuvieron que hacer frente a las distintas maniobras de Rivas y a la complicidad judicial. Lali como víctima no recibió ningún tipo de asistencia ni contención por parte del Estado”, denuncian en un comunicado desde Ni Una Menos - Tucumán. 

“Él, más libre que nosotros mismos, siguió haciendo su vida. Nunca tuvo condena social ni condena de la Justicia. Es entrenador de fútbol y se sigue desempeñando como si nada. Se ha pedido muchas veces que se lo aparte cuando mi hermana concurría a esos lugares y nunca nos dieron lugar. Lo que sucede es al revés, cuando nosotros lo vemos a él nos retiramos”, comentó Doris.

Finalmente, hoy empieza la audiencia y la familia, junto al movimiento de mujeres y organizaciones sociales, esperan que esta vez la Justicia actúe en favor de la joven.