La ley integral de VIH, tuberculosis y hepatitis tiene media sanción en el Congreso argentino
/Por Agencia Presentes
BUENOS AIRES, Argentina. La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual con 241 votos afirmativos, frente a 8 negativos y ninguna abstención. Con este resultado, el proyecto, que perdió estado parlamentario cuatro veces, gira al Senado para ser tratado en las próximas semanas.
El proyecto de ley busca actualizar la Ley Nacional del Sida N° 23.798, vigente desde 1990, la cual observa al VIH desde una mirada biomédica. La iniciativa, presentada por la diputada por la provincia de Entre Ríos, Carolina Gaillard (Frente de Todes), plantea un abordaje integral desde la salud colectiva y que brinde contención e información para derribar situaciones de prejuicios y discriminación.
“Es una ley que no es de mi autoría, es de la autoría de las asociaciones civiles que hoy están acá presentes, y de todos los pacientes que sufren VIH en nuestro país. Una ley que fue trabajada por las organizaciones y viene a actualizar la 23.798 que fue importante pero que ya cumplió 30 años”, dijo la diputada Gaillard hoy durante su intervención en el recinto.
“Deben estar prohibidos los exámenes preocupacionales en esta materia”, sostuvo la diputada por la provincia de Buenos Aires, Romina del Pla, del Partido Obrero / Frente de Izquierda – Unidad. Y agregó: “La idea de que sean optativos no corresponde (porque) la relación entre aspirante a empleado y empleador es asimétrica.
Además, sobre el régimen jubilatorio especial que plantea el proyecto, indicó: “Todas las normas de protección deben ser pensadas en función de aquellos que la pasan peor y por lo tanto de aquellos que están más desprotegidos. Porque aquella persona que tiene algún tipo de estas infecciones, pero ha podido cumplir su vida laboral sin alteraciones no va a pedir la adhesión a un régimen especial jubilatorio. El problema es justamente aquellos que están fuera de esta situación, y por eso debe existir un régimen jubilatorio especial, que como ya hemos dicho son conquistas”.
La diputada por ciudad de Buenos Aires (PTS/FIT-Unidad), Myriam Bregman, señaló que “una cosa son los privilegios de jueces, funcionarios judiciales, presidentes, vicepresidentes, presidentas, vicepresidentas, y otra cosa es lo que establece este regimen”. “No tiene nada que ver. Los regímenes especiales -no de privilegio- los tenemos que defender son aquellos que contemplan situaciones especiales y por los cuales trabajadores y trabajadoras han peleado todos estos años”, apuntó.
“Se siguen muriendo 13 personas por día y 1400 personas al año por VIH en nuestro país”, graficó la diputada Gaillard, y agregó que “140 mil personas viven hoy con el virus en nuestro país, y hay 4500 contagios por año”.
“No implica una erogación importante para el Estado, si ese es el temor de algunos. Implica un Estado presente que garantice el acceso a los tratamientos, que garantice estar presente informando cuando la mujer va a parir, y no incidiendo en que sea un parto por cesarea por el estado serológico de la mujer, implica garantizar la leche para evitar la transmisión vertical del virus”, concluyó.
Maximiliano Ferraro, diputado por la ciudad de Buenos Aires por la Coalición Cívica, utilizó en su intervención en la Cámara, el concepto de “la ética de la alteridad”. Y lo explicó como “pensar al otro en tanto al otro, que el rostro y el dolor del otro nos debe interpelar. Somos semejantes, somos iguales, somos diferentes, pero siempre vamos a ser o somos en tanto al otro”.
Además, enfatizó en que es “una ley que de tan importante ha sido manoseada durante muchos años, perdiendo estado parlamentario cuatro veces. Han pasado diferentes gobiernos, bloques legislativos y diferentes presidentes de la cámara”.
Las claves del proyecto
El proyecto establece, entre otros puntos, la creación de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación, con el fin de visibilizar, documentar y erradicar las vulneraciones a los derechos de las personas afectadas.
Además, propone que las pruebas de detección de estos virus deberán ser voluntaria, gratuita, confidencial y universal.
Al mismo tiempo, promueve la creación de un régimen de jubilación especial, de carácter excepcional para quienes transiten las enfermedades de VIH y hepatitis B o C. También una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.
De este modo, pueden solicitar la jubilación a partir de los 50 años aquelles que acrediten al menos diez años desde el diagnóstico de la enfermedad y veinte años de aportes jubilatorios.
El proyecto también promueve la capacitación, la investigación, la difusión de campañas masivas y la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis. Esta comisión será integrada de forma interministerial e intersectorial por representantes de organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil.