El Barrio Julio Abraham continúa exigiendo la presencia del Estado

Fotografía de Alejandra Puertas

El artículo 14 bis de la Constitución Nacional establece que el Estado tiene la responsabilidad de brindar, entre otras cosas, protección integral a las familias. Esto incluye la obligación de propiciar el acceso a una vivienda digna. Pero para los vecinos del Barrio Julio Abraham, ubicado a la vera de la Ruta 304, en Alderetes, esto son solo palabras escritas en un papel. El Estado, como garante de sus derechos, ha sido un fantasma en estos tres años de lucha donde el objetivo es conseguir un terreno donde construir una vivienda. La organización es el motor que les permite continuar adelante. Desde aquel 29 de julio de 2012, cuando tomaron el predio de 40 hectáreas que pertenecería al Ingenio Concepción, hasta hoy, con la construcción de un barrio de 42 manzanas donde habitan unas 1000 familias, la organización barrial fue la responsable de todo, la garante del derecho a una vivienda.

Como todos los años, las lluvias producen que las calles se empantanen. Desde hace tres meses la comisión que se ha formado para hacer frente a los problemas del barrio, viene reclamando a la Municipalidad de Alderetes que arregle las calles que hoy se han vuelto intransitables. “Fui a la Municipalidad y me dijeron que nos iban a arreglar la calle, pero que la mitad de la calle le pertenece a La Banda. No sé, según Internet, según Google, la calle está pavimentada y con alumbrado público”, contó Alejandra Puertas, una de las vecinas que integran la comisión. Tres meses de reclamos, notas presentadas al Secretario de Obras Públicas de Alderetes, Carlos Martínez, y la respuesta siempre es la misma: silencio. La última novedad que tuvieron los vecinos fue que las municipalidades de La Banda y Alderetes arreglarían las calles cuando las lluvias cesen. Mientras tanto, las calles y las casas se inundan, los vecinos no pueden caminar tranquilos y el transporte público no pasa por el lugar. “La semana que viene los chicos empiezan la escuela y cómo hacemos con eso”, comentó con preocupación Alejandra.

El único servicio con el que cuenta el barrio es el de electricidad. Según contó Alejandra, desde hace un mes funcionan los medidores comunitarios que ha colocado la empresa EDET. Esto se pudo concretar gracias al trabajo y al aporte de todos los vecinos que caminaron los pasillos de la empresa y lograron que se haga el relevamiento. Ellos mismos se encargaron de comprar los postes, el cableado y otros materiales necesarios. Nuevamente la ausencia del Estado dio lugar a la organización barrial para cumplir con el objetivo. El resto de los servicios no existen en el barrio. “La basura no nos ponen recolección porque dicen que no nos pueden brindar el servicio hasta que el juicio no se levante”, explicó Alejandra haciendo referencia a la situación legal de las tierras tomadas.

Cabe recordar que en agosto de 2014 las familias fueron amparadas con una sentencia que estableció que no podían ser desalojadas por el lapso de dos años. Puertas contó que realizaron un proyecto de ley para expropiar las tierras pero que aún no tienen novedades. Las autoridades no dan respuesta, juegan con el cansancio y el desgaste de los vecinos. “Nos da mucha bronca, lo que quieren es que la gente se vaya”, reclama Alejandra y recuerda que en la comunidad habitan niños, ancianos, embarazadas, discapacitados en condiciones inhumanas, sin los servicios mínimos e indispensables. “Esto es un abandono total, ahora vamos a hablar con el abogado para que realice una acción contra el gobierno por el abandono no de una, sino de 1000 familias”.

Los vecinos del barrio Julio Abraham no abandonan su sueño de una casa propia. El desgaste y la bronca es grande, pero saben que ante la ausencia del Estado la única salida es la lucha conjunta.