“El baldío” que comienza a llenarse de arte

Fotografía cortesía de El Baldío

En octubre del año pasado, un proyecto cultural comenzó a gestarse la cabeza de Walter. Un día él decidió compartir sus ideas con Carolina, una de sus amigas. Luego de que ella escuchara la propuesta, decidió sumarse al proyecto, al igual que seis jóvenes tucumanos. De este modo, el proyecto dejó de ser de dos personas y dio lugar al Colectivo Cultural “El Baldío”. Motivados por la militancia de años y una fuerte creencia en la cultura -una herramienta muy poderosa, según sus palabras-, decidieron no cerrar los ojos y luchar. Sí, luchar por la democratización y socialización de oportunidades, a través del arte.

Su fuerte compromiso por generar un cambio social les permitió conocerse en lugares en común y generar este espacio, que inició sus primeras actividades hace pocas semanas. El lugar elegido fue, quizás por circunstancias edilicias, la plazoleta III Centenario de Villa Alem. Frente a ésta el colectivo tiene un terreno baldío, que fue prestado para ejecutar actividades.

Gracias al apoyo y la contención de la Murga “Los Tocafondos” y el “Hormiguero”, el colectivo pudo poner en marcha sus primeras actividades culturales. Así, los sábados desde las 16 se realizan en la plaza talleres de malabares y plástica. Los mismos son brindados por integrantes del colectivo, con los pocos recursos con los que cuentan.

Al pensar por qué el nombre “El Baldío”, Walter explicó que surgió a través de un juego ya que el terreno con el que cuentan es un baldío que fue prestado por uno de sus familiares. Al paso el tiempo, el nombre se fue grabando en la construcción de este nuevo espacio, aunque, según sus palabras, la idea era no irse mucho de la realidad con la que contaban.

Para Daniela, otra de las integrantes, el baldío no es sólo ese espacio con el que cuentan sino que, si uno hace una radiografía de los barrios de San Miguel de Tucumán, ve que todo termina siendo un baldío, un espacio vacío de oportunidades y derechos. Y el desafío es que dejen de serlo. Y es esta mirada de la realidad lo que permite la generación de espacios como el colectivo cultural “El Baldío”, que decide no dar vuelta la cara sino luchar para mejorarla.

Afrontando aún un proceso de construcción, lo chicos tienen en claro que no practican ningún tipo de asistencialismo sino que, mediante sus actividades, tienen conciencia de trabajar bajo un sentido social de cambio. Aquél que les permitirá llenar su espacio con sujetos de derechos y oportunidades.

Actualmente, el baldío comienza la acción. Quizás sólo están en Villa Alem, pero las expectativas son llegar a los diferentes barrios de la provincia, con nuevos talleres y más integrantes. Pero queda pendiente su sueño más importante. Tener su propia radio comunitaria, para lo que cuentan con los recursos humanos pero no con el económico.

Exequiel Reinoso

ereinoso@colectivolapalta.com.ar