La Independencia que no fue
/En mayo del año 2010, la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunciaba la creación para la devolución de tierras a los pueblos originarios ante el pedido de los mismos a que se defina un Estado plurinacional que respete la diversidad. Además, en un acto histórico en el que la mandataria recibió a las comunidades originarias en la Casa Rosada, se prometió la búsqueda por la libertad de elegir y garantizar el derecho a aquellos que desean conservar la tradición, la historia y la identidad.
Y, en cadena Nacional, la Jefa de Estado expresaba “Yo creo que como argentinos y como ciudadanos universales tenemos que restañar esas heridas y fundamentalmente respetar esas identidades culturales de todos”. Asegurando como presidente defender la identidad y luchar contra la discriminación a la diversidad.
Todo el discurso y las palabras de la mandataria que hablaban de “respeto, igualdad y equidad en la conquista de los derecho. No pisotear las tradiciones ni querer que alguien sea diferente a lo que quiere ser” abrían un camino impensado en la historia de los Derechos Humanos y Comunidades Originarias del país.
A pesar de ello, a más de dos años de aquel magnífico acto, se presentan claras situaciones que rompen con el discurso y que demuestran el largo trecho que existe del dicho al hecho.
Sin ir más lejos el 9 de julio de este año, Día de la Independencia Argentina, en el acto que se llevó a cabo en Tucumán, se hizo posible contemplar una realidad que golpea de lleno al impensado avance que se creía posible en mayo de 2010.
Ante los reiterados abusos y atropellos que vienen padeciendo los Pueblos Originarios de Tucumán, como ser el conflicto en Base Riarte, la comunidad aprovechó la presencia de los grandes funcionarios del gobierno en la provincia para hacer escuchar su voz en reclamo de sus derechos. Así, acompañados por gente y organizaciones que voluntariamente se sumaron a su causa, decidieron llevar a cabo una manifestación absolutamente pacífica en el acto realizado en la Casa Histórica de Tucumán. Para ello solo utilizaron carteles que manifestaban “Basta de genocidio a los pueblos”.
Sin embargo, con sorpresa y decepción, los manifestantes fueron obligados a callar su voz y formar parte del paisaje que adornaba la llegada de la Presidente de la Nación.
Desde afuera
La lucha de los Pueblos Originarios involucra, hoy en día, a muchas organizaciones y personas que voluntariamente se solidarizan con el conflicto. Por ello, desde el lugar que a cada uno le toca, exigen el respeto por los derechos de las comunidades y el cumplimiento de las leyes que protegen a las mismas. Como ciudadanos y como miembros del Estado, estos movimientos se plantan frente a su bandera para luchar por una sociedad que consideran justa.
En relación a esto es que el 9 de Julio de 2012, agrupaciones y personas identificadas con la causa, se reunieron cerca del lugar donde se llevó a cabo la ceremonia de la Independencia para manifestarse bajo una consigna: decir basta a la represión a los pueblos. “Los carteles no eran ni agresivos ni dirigidos a una persona en particular. Incluso no había banderas políticas, por lo cual fue la unión por un hecho” contó Fátima a La Palta, ciudadana que participó de la manifestación por cuenta propia, a lo que agregó “No fuimos a buscar pelea ni nada porque realmente queremos una solución a las complicaciones de la comunidad. En Base Riarte la próxima medida a tomar es la detención de los comuneros y una vez que se llegue a eso es difícil revertir la situación. Nos manifestamos con la intención de evitar esa injusticia”.
En el intento de hacerse escuchar, las agrupaciones llamaron la atención del Vicepresidente de la Nación Amado Boudou, quién escuchó sus reclamos con interés. Sin embargo, cuando el segundo mandatario se retiró, las agrupaciones y las personas que mantenían afinidad con los Pueblos Originarios, fueron instigadas por la seguridad del lugar y sectores gubernamentales argumentando la incoherencia de la manifestación y dejando en claro el desinterés por la misma. A lo que le siguió la complicidad de organizaciones como La Cámpora o Movimiento Evita, a lo que Fátima contó “Nosotros le hablábamos a los pibes de La Cámpora y le decíamos que se solidaricen con la causa y no sean egoístas. Se supone que su gobierno habla de la unión nacional, de los reclamos sociales, del reconocimiento de los pueblos y del reconocimiento de su territorio”. Pero, para la decepción de muchos, las organizaciones Kirchneristas recurrieron a tapar los carteles y a ocultar el pedido de las comunidades originarias. La situación llevó a que los turistas que se encontraban en el acto se sumaran al repudio contra la represión a los pueblos originarios al ver la actitud de los allegados al poder. Todos estos hechos culminaron con un cordón de seguridad formado por policías entre la valla y los manifestantes, lo que obligó a los mismos a retirarse.
Desde adentro
Las comunidades aprovecharon su espacio en el acto del 9 de Julio para exponer sus conflictos y la situación de la Base Riarte ante los mandatarios allí presente. Así, de manera pacífica y valiéndose de la música, las comunidades de Tucumán se hicieron escuchar. En comunicación con La Palta, Cyntia Ovejero, secretaria de la Cacique de Indio Colalao, explicó “La gente del INAI intentó que no lo hagamos. Hablaron conmigo y me decían que no era el espacio para hacer eso. Nos pedían que nos retiremos porque estábamos actuando en contra de las otras organizaciones”. En consecuencia, cuando la manifestación se llevó a cabo de todos modos, las comunidades fueron rodeadas por gente de INAI. “Una de estas personas del INAI empieza a decirnos cosas constantemente, a lo cual nosotros no respondimos porque entendíamos nuestra responsabilidad con la Base desde donde se había tomado la decisión de manifestarnos. Ni siquiera fue un reclamo hacia la presidencia, ni hacia el gobierno, ni hacia nadie. Fue una visibilización” relataba Cyntia a lo que agregó “Era muy paradójico que dentro de la casa histórica se haga una reivindicación a los pueblos como parte de la construcción del estado y hace menos de cinco días atrás, acá en Tucumán, nos estaban despojando del territorio”.
En la lucha por la Independencia
Es evidente que en Argentina las voces de los marginados siguen siendo acalladas con la intención de evitar que las verdades salgan a la luz. En esta situación se encuentran los pueblos originarios de Tucumán y gran parte del país. Hecho que demuestra la debilidad del discurso y la fuerza de la acción. La acción por aquellos que desde hace más de 500 años luchan por la independencia de su comunidad.
Javier Sadir
jsadir@colectivolapalta.com.ar