20 años del 'Manojo' en el que todos son protagonistas

16 - b - Inicio de la tortura en el tercer cuadro LA CENA

Corría el año 1993 cuando Verónica Pérez Luna reunió a un grupo de actores para producir la obra “Antígona Vélez”. Se trataba de una versión libre que finalmente se concretó y dio lugar a la conformación de un grupo. El mismo permaneció sin identidad hasta que ganaron la participación por selección en “Bienarte” donde se les exigió un nombre. De esta manera y casi por obligación, el azar y la creatividad de un colectivo de artistas definió “Manojo de Calles” a este grupo de investigación, producción y formación teatral con una poética y un lenguaje particular, que se mueve por la pasión en el teatro priorizando el arte en sí mismo por sobre lo económico. “Somos un grupo de soñadores que apostamos a la utopía del teatro con todo lo que tenemos y podemos” describe Verónica Pérez Luna, coordinadora del grupo. Con el tiempo el nombre del grupo fue adquiriendo mayor significación a partir de la idea de que cada uno de los artistas que lo integren posean una personalidad muy fuerte que puedan manifestar en el trabajo colectivo, en relación a la idea de “Manojo” en el sentido de “somos diversos” y la necesidad de intervenir la calle. “Desde nuestros inicios empezó a ser una necesidad muy grande alternar la sala con la calle” explica Verónica. A partir de esa necesidad de inmiscuirse en el espacio público y asaltar a los espectadores con sus propuestas, surge el proyecto de intervención urbana “Fuera de Foco”.  El mismo reúne toda la experiencia del grupo en la calle que desde 1994 viene implementando la modalidad de la intervención. Cabe aclarar que “Fuera de Foco” piensa al texto como un texto social y abierto que plantea un diálogo con lo social y por lo tanto se completa con lo que va pasando a medida que se desenvuelve la situación escénica.

Esta confrontación con lo social del trabajo de “Manojo de Calles” con estos proyectos de intervención urbana muchas veces los llevó a atravesar situaciones particulares con órganos como ser la policía. “Por ejemplo, la policía no entiende el arte entonces ante cualquier situación se alarman y no saben qué hacer” relata la coordinadora del grupo y narra la experiencia de una intervención en Tribunales donde se buscaba entrometerse la palabra poética en un espacio donde la palabra válida es la legal. Así, 15 actores abordaban las escalinatas de Poder Judicial subiendo y bajando con la mecánica de los abogados pero con el estallido de textos poéticos. De esta manera, el desarrollo de la situación escénica llevó a que la gente se agolpara en el lugar y la policía ingresara sin saber de la obra, tomando de la mano a cada uno de los actores para dirigirlos a la comisaría donde se produciría el cierre de la intervención en las celdas.

En relación a esto se explica la modalidad de actuación que caracteriza a “Manojo de Calles”, donde se defiende el concepto de obra abierta, en constante evolución y que necesita de la percepción del espectador para ser completada. Por ello Pérez Luna expresa: “lo que importa del actor es la vida en escena, más allá de lo que la obra dicta. El actor lo tiene que vivir en la escena”.

16 - a - El Amante (Jorge Pedraza) y La Bella Suicida (Sandra Pérez Luna) erotismo y taición...

Este año se cumplen 20 años de recorrido escénico y puesta en marcha de este conjunto de actores con ganas de irrumpir en lo social. Así, la continuidad e insistencia en una poética muy definida generó en la actualidad un reconocimiento importante del grupo en el medio a nivel provincial y nacional. Pero esto no fue así siempre, sino que la relación con el propio medio mantuvo un grado de conflicto. Verónica cuenta que desde adentro del conjunto se utiliza la frase: “Manojo de Calles, en crisis permanente”, revalorizando el concepto de “crisis” como aquello que te hace crecer, madurar, avanzar desde un lado positivo.

Además, en estas dos décadas cumplidas de “Manojo de Calles” pasaron una diversidad de actores que pusieron en la propuesta todo lo que tenían para dar. Por ello, Verónica no duda en afirmar que el grupo ha sido formador de potencias muy importante en el teatro tucumano. Y esto es así porque la oferta de “Manojos de Calles” para el artista es justamente que entregue lo máximo que tenga en ese momento. “Se trabaja para que el actor encuentre su subdramaturgia propia y, al mismo tiempo, una poética con sus puestas en juego que lo contenga”, detalla Pérez Luna y agrega que “la búsqueda en las obras de ‘Manojo’ es que todos sean protagonistas. Por más pequeño que sea el texto, el personaje es enorme”.

También es importante reconocer que desde el grupo se trabaja con un discurso que los contiene en relación a ciertas estéticas liminales donde se busca una teatralidad que pone en conflicto al mismo lenguaje y pone al espectador en una situación de “mirada trabajada” donde se esfuerce por comprender y elaborar su propio discurso. “No buscamos que el público encuentre algo cómodo y tranquilizador, sino que se lleve algo para pensar y debatir. No buscamos que aplaudan mucho sino que realmente lo que vean los impacte y sientan que hay trabajo por detrás” concluye Verónica.

De esta manera “Manojo de Calles” despliega temáticas relacionados a lo existencial y lo social. “Lo que somos siempre lo somos en un contexto. Sobre todo en un contexto como el tucumano, una provincia signada por el autoritarismo y la violencia no tan solo puesta en el Estado sino también en la idiosincrasia y en cada uno. Somos seres violentos y autoritarios. Y tenemos que trabajar con eso y con la sociedad en la que nos hemos configurado” explica la coordinadora de Manojos, como suele abreviarse el nombre del grupo. Un grupo profundamente político pero no entendido como discurso sino como acción a partir de su modalidad de técnicas mixtas que van desde el trabajo con teatro antropológico de Grotowski, el concepto de lo psicofísico y el clown. Un grupo que desde hace 20 años moviliza con sus propuestas y sus producciones que no dejan espacio al tabú o a la censura, que conjuga pasiones con emociones propias, que busca sacudir, despertar y penetrar en lo interior dejando un sabor memorable en todo aquel que aprecie el arte de “Manojo de Calles”.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar

Fotografías cortesía de Gabriel Varsanyi.