La subestimación también es un agravio

Enorme confusión inequívocamente intencionada, rencores estancados que se  movilizan y generan un clima insoportable que agravia arteramente al fútbol argentino, desviando maliciosamente la primera y única intención de la propuesta en cuestión. A tanto llega la conducta temeraria de los representantes de otros intereses que no son del fútbol ni de sus hinchas, que de manera inmediata se generaron y direccionaron equívocas y falaces encuestas, intentando mostrar un aluvión destituyente por el simple hecho de someter a la  consideración de los clubes, algún cambio tantas veces por ellos reclamado.
Julio Grondona

Todo tiene un interés económico y a veces también otro político de la mano. Todo. Por eso resulta un agravio gigante la subestimación que se hace en ciertas ocasiones desde arriba hacia la gente. Los discursos pretender ser persuasivos, lastimeros, moralistas, dando tintes bíblicos al pintar a un David contra un Goliat todopoderoso que siempre tiene la culpa. Tiene la culpa de todos los males, y tiene la culpa de torcer las débiles y manipulables cabecitas de la gente. Eso, es un insulto.

Si Grondona pretende poner como víctima a su persona y a su gestión, ignorando las voluntades populares. Si Aníbal Fernández pretende echar culpas a los medios y a las encuestas de las derrotas de su partido en elecciones. Todo eso es un agravio. Nadie duda que haya lugares a los que no les conviene que el proyecto de AFA sea puesto en marcha o que gane el Frente Para la Victoria. Pero justificar las reacciones populares con esas excusas da cuenta de gente que se cree superior y que no acepta ni por un minuto que los que están en desacuerdo piensen legítimamente en lo que piensan.

Creer que es tan fácil lavar cabezas es una subestimación barata y un insulto indirecto. Creer que Menem y De Narváez fueron elegidos por haber sido simpáticos con Tinelli y que a De la Rúa se lo volteó en el mismo lugar es una estupidez. Que se crea que los medios pueden generar que cientos de miles de personas estén en desacuerdo con un proyecto o que voten en contra a la hora de elegir un mandatario está en un mismo escalón.

Mauro Schrotlin

mschrotlin@colectivolapalta.com.ar

Foto: La Voz