Canciones a capella: una invitación a dejarse abrazar por la voz
¿No les pasa que a veces se acuerdan del 2020 y parece que nada fue real? Tocó, casi que de la noche a la mañana, ver el mundo por la ventana, de la casa y de las redes. El espacio cotidiano se redujo, de pronto, a los metros cuadrados del lugar que se habitaba. La conexión con los afectos, con la gente de una, o con la gente por conocer fue, exclusivamente, por videollamadas. En esa paradoja de un mundo cada vez más chiquito, también empezó a hacerse más grande. Y entonces una se metía en algún rincón de la casa de sus artistas favoritos y asistía a recitales muy públicos pero muy privados.
Así, en ese contexto y buscando nuevas maneras de compartir el arte de cantar, Viviana Vargas -cantora salteña que a veces parece más tucumana que la achilata- empezó un ciclo a través de su cuenta de Instagram al que llamó Canciones a capella. “Un día fui invitada por una amiga que hacía un ciclo parecido en Rosario. La experiencia fue maravillosa y me pareció original y pensé que se podía replicar en Tucumán. Así que a la primera que invité fue a ella”, cuenta Vivi al recordar los orígenes de este ciclo que luego creció y se convirtió en un evento presencial.
“La experiencia nace del deseo y la necesidad de compartir con otras personas desde el hogar y sentir como si estuviésemos en el mismo lugar y no separados por una computadora”, recuerda la cantora, y destaca que eso era lo más emocionante de esa etapa incipiente. Pero las emociones no se acaban ahí. La intimidad lograda, la complicidad, la entrega y la generosidad de quienes participaron le dio una identidad al ciclo que se mantiene en una nueva etapa, iniciada en 2022.
Para llevar Canciones a capella a una sala con público Viviana, experta en tejer redes y alianzas, se unió a Ramiro Grignola. “Me sigue pareciendo un lugar despojado, íntimo, de muchísima exposición, de entrega y eso es lo más emocionante hoy”, dice y no duda en describir la experiencia como “una especie de desnudo abismal y espeluznante que da miedo pero a la vez es hermoso”.
La propuesta de Viviana y Ramiro va a contramano de la mayoría de las propuestas musicales que se presentan en la provincia. Cantar a capella es volver a lo más rudimentario de la música que es la propia voz y deposita en ese instrumento humano toda la capacidad de transmitir emoción y crear climas. “No es habitual encontrarte con una propuesta musical donde las canciones sean pura y exclusivamente a capella. Eso atrae e intriga. Creo que es una nueva experiencia y una nueva vivencia que conecta desde otro lugar con el canto, con el gesto, con el sonido, con la magia que sucede en ese momento”, cuenta la cantora.
La primera noche de un ciclo que esperan repetir una vez al mes contará con la presencia de Barbi Silva, Gonzalo Bravo, Lourdes Marzetti, Lucrecia Chani y Martin Arnoldi. La cita es este sábado 11 a las 22 en La Pajarera (Buenos Aires 808) y las reservas se pueden hacer a los números 3812065487 o 3813653245.