La importancia del guía en la educación
La infancia es la etapa de la vida de toda persona más apta para el aprendizaje y la recreación. Ser consciente de esto, hace pensar que no se debe olvidar el espacio, el ocio y el descanso a la hora de enseñar. La educación primaria se torna un tanto exigente para el niño en las escuelas del siglo XXI, y no porque el docente así lo quisiese. La exigencia en la escuela es el resultado del ritmo prepotente que presentan la Sociedad de la Información y las Comunicaciones donde los nativos digitales aprenden cosas nuevas a cada hora, obligando al maestro a buscar la manera de no quedarse por debajo de los conocimientos de sus educandos.
En toda esta ensalada de información, noticias y descubrimientos aparece el interrogante acerca de la necesidad de las tareas escolares que ocupan el tiempo libre de los niños y que desfavorece a su recreación y estimulación de la creatividad.
¿Como se puede equilibrar el conocimiento y la recreación en un mundo donde los conocimientos están presentes en el aire? ¿Son suficientes las herramientas dadas en clase para que el niño las adhiera sin necesidad de tareas que lo ayudan a eso?
Muchos expertos dieron su postura al respecto, pero la realidad es que en este mundo de constante avance se hace necesaria la figura del guía, el maestro, el educador que marque el camino en el conglomerado de conocimientos. Un niño solo, con tareas y a la deriva corre el riesgo de ser víctima de una confusión de ideas que lo perjudiquen en su futura formación académica al no haber procesado de manera correcta la información obtenida.
Javier Sadir
jsadir@colectivolapalta.com.ar